SALINAS

Un fenómeno diapírico de forma circular (pozos de sal con un radio de 2,5 Km., siendo el más grande de Europa y uno de los tres mejores del mundo), hace aflorar a la superficie una gran masa de salina, que ha sido explotada desde los romanos, como conservante de alimentos.

A tal punto era importante la sal, que se utilizaba como forma de pago, siendo el origen del término "salario".

Para obtener la sal, se inyectaban aguas dulces por galerías para recogerlas monte abajo, convertidas en "mueras".

Un complicada red de canales y acueductos, llevaba el agua ya salada a los pozos, y éstos a los arquetones junto a las eras rectangulares.  La evaporación del agua dejaba la sal para su recolección en unos depósitos protegidos de la lluvia.

En 1564 el rey Felipe decretó el monopolio de la sal, que duró hasta 1868, momento en el que cae la monarquía de Isabel II.  La sal se entregaba a los apoderados del rey, convirtiéndose en arrieros que cruzaban toda Castilla con la sal.

La última era se cerró en el año 1974 y entonces fue abandonada la extracción de sal.

En 2001 fueron declaradas "Bien de Interés Cultural", procediendo a su reparación.

AYUNTAMIENTO

Es una construcción del S.XVI.  Destaca el cuerpo central con dos arquerías formadas por tres arcos de medio punto.  La arquería inferior constituye el soportal, siguiendo la estructura de la Plaza de la Villa.

IGLESIA DE SAN COSME Y SAN DAMIÁN

Es un templo del S.XIV en gótico temprano con la portada exterior de 1648 en estilo barroco.

En la portada se hallan las esculturas de San Cosme y San Damián, santos hermanos médicos.  En los capiteles se representan animales, escenas cotidianas y follaje.  Está protegida por un arco de casetones en su interior.

En 1974 fue declarada Bien de Interés Cultural.

PLAZA NUEVA

En 1660 la V Marquesa de Poza, Doña Juana de Rojas y Córdoba, sugirió la conveniencia de construir una nueva plaza extramuros, en un espacio abierto junto a la puerta principal de la villa.
La principales familias de la villa, levantaron su casa en la Plaza Vieja.

MONUMENTO A FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE

Fue un famoso naturalista y divulgador ambientalista, pionero en la defensa de la naturaleza y realizó de documentales para radio y televisión, que siguen vigentes hoy en día y que han sido vistas por varios cientos de millones de personas.

Licenciado en medicina y autodidacta en biología, era polifacético con un gran carisma cuya influencia ha perdurado a pesar del paso de los años.

Murió en 1980 en Alaska, junto con dos colaboradores y el piloto, tras accidentarse la aeronave que los transportaba mientras realizaban una filmación aérea para uno de sus documentales.