FUNICULAR DE VALLVIDRERA

Se inauguró en 1906 con el fin de poder comunicar la línea del Vallés (estación Pie del Funicular) con el pueblo de Vallvidrera.

En 1988 se cerró el antiguo funicular y se procedió a una reforma integral de la línea.  Estuvo cerrado durante cuatro meses en los que se cambió toda la plataforma de la vía, las estaciones y los vehículos.

Todo ello ha permitido que funcione de forma totalmente automática, como si fuese un ascensor, ya que en el interior de los coches y en el apeadero de la Carretera de les Aigües, hay unos pulsadores para solicitar la parada donde se quiere bajar.

Aparte de subir hasta Vallvidrera, una opción muy buena es bajarse en el apeadero de la Carretera de les Aigües, y disfrutar de un precioso paseo con vistas panorámicas de la ciudad.

CARRETERA DE LES AIGÜES

Ya sea en bici o simplemente andando, es el camino idóneo para disfrutar de un buen paseo con vistas a la ciudad, por lo que se transforma en un mirador espléndido desde la sierra de Collcerola.
Tiene una longitud de 10 Km. casi completamente llanos, sin asfaltar y sin semáforos, con un cota máxima de 450 m.
En verano hay que ponerse crema solar, ya que hay poca sombra y llevar unos bocadillos por si apetece hacer un picnic con la vista puesta en la ciudad .... o en la montaña.
La primera parada es el Mirador de los Cipreses, y se continúa pasando por debajo del barrio de Vallvidrera, la Torre Collcerola y del Parque de Atracciones.  Durante el camino hay numerosas fuentes para refrescarse.

TORRE DE LES AIGÜES DEL TIBIDABO

También conocida como "Torre de la Aigües de Dos Ríos".  Se inauguró en 1905 con el objetivo de almacenar y bombear las aguas de Dos Ríos, para suministrarla a las áreas que se habían de urbanizar en el Tibidabo, que incluían el Parque de Atracciones y toda la zona residencial de Vallvidrera.

Es una construcción cilíndrica de ladrillo y piedra natural de 35 m. de altura y 10 m. de diámetro.  La cúpula semiesférica contiene el depósito de agua propiamente dicho, y tiene un balcón de piedra con barandilla de hierro forjado con elementos decorativos.

El depósito es metálico esférico tiene una capacidad para 100 m³ de agua, capaz de absorber posibles terremotos, algo nuevo para su época.

En 1905 ganó el primer premio del Concurso de Edificios Artísticos de Barcelona.  Fue el primer edificio visible en la silueta de la montaña desde abajo.

EDIFICIO CEL

Fue construido en 1920 y transformado en cine el año 2008, donde se puede ver un documental de 15 minutos con las fotos y vídeos que los visitantes del Parque de Atracciones enviaron, siendo las mascotas del Parque el hilo conductor de la historia.
Tiene planta circular con una cúpula que es una réplica a menor escala del Observatorio Fabra.
Se caracteriza por la iluminación, que muestra constelaciones en el techo, y tiene un aire mágico que despierta sensaciones o todos los que entran.
Al lado está el Teatro al aire libre Cel, y un área de picnic con capacidad para 300 personas.

FUNICULAR DEL TIBIDABO

Fue fundado en 1901, el mismo año que se inauguró el Tranvía Blau, con la idea de llegar hasta lo más alto de la montaña, donde se encuentra el Parque de Atracciones y el Templo del Sagrado Corazón.
El trayecto tiene 1.130 m. de longitud, y la estación superior está a 501 m. y la inferior a 226 m., con un desnivel de 275 m y una pendiente máxima del 25,7%.
Es el funicular con el trazado más largo de Catalunya, en línea recta, y el primero que se puso en marcha en España.
Tiene una frecuencia de 30 minutos, con una capacidad de 120 pasajeros por viaje.  Tiene su inicio en la Plaza del Dr. Andreu, que está en la parte alta de la Av. del Tibidabo.
Como curiosidad, en el Museo de Autómatas que está en el interior del Parque de Atracciones, hay una maqueta del funicular que fue construida por el taller del propio Parque.

PARQUE DE ATRACCIONES DEL TIBIDABO

Es el Parque de Atracciones más antiguo de España, el tercero más antiguo de Europa y uno de los más viejos del mundo.
Está situado en la cima de Collcerola, junto al Templo del Sagrado Corazón.  Abrió sus puertas en 1901 con más de 25 atracciones, espectáculos, animaciones, restaurantes, zonas de picnic y con las mejores vistas panorámicas de toda la ciudad.
En sus 70.000 m² de superficie, se pueden disfrutar del mítico Avión Rojo, la Atalaya que sube a 50 m. hasta alcanzar los 552 m. sobre el nivel del mar, las montañas rusas, restaurantes y zonas de picnic.
Mención especial merece el sorprendente Museo de Autómatas.  Se trata de una colección de más de 40 piezas, maquetas en movimiento y de muñecos autómatas de finales del S.XIX y principios del S.XX que se movían cuando alguien les echaba una moneda.
Cuenta la leyenda que cuando Walt Disney visitó el Parque en 1957, se enamoró de los autómatas hasta tal punto, que quiso comprarlo extendiendo un cheque en blanco, y sin embargo no consiguió su objetivo, puesto que hay cosas que no se pueden comprar ni llamándote Disney de apellido.