TORRE DE VIGÍA DE EL CANTAL

Su origen se remonta al S.XIV durante el reinado andalusí de Yusuf I.  Está situada sobre un acantilado de 30 m. sobre el mar, tiene forma tronco-cónica, de 7,15 y 6,025 de diámetro y 10,65 m. de altura.

A todo lo largo de la costa se encuentran estas torres vigías, que servían para alertar de los peligros que viniesen desde el mar, mediante ahumadas durante el día y hogueras en la noche.  Desde esta torre se domina toda la playa y el pueblo.

CASTILLO DE BEZMILIANA

Construido en 1766 por orden de Carlos III, es una de las mejores muestras de la arquitectura militar del S.XVIII, con el objetivo de rechazar a los piratas ingleses procedentes de Gibraltar.
Se encuentra en el centro del pueblo, con un jardín con fuentes en la entrada y actualmente se utiliza como sala de exposiciones y goza de un gran prestigio internacional.

IGLESIA NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

Fue levantada en 1892 con una estructura muy sencilla, directamente entroncada con la arquitectura popular.

CUEVA DEL TESORO

Es la única cueva de origen submarino que se conoce en Europa, y una de las tres del mundo, una en Asia y otra en América Central.
La actual cueva está conformada por 500 m. de galerías y una zona de lagos.
La visita comienza con una exposición de restos arqueológicos, y bajada a la Sala de la Virgen (se llama así porque fue descubierta el 12/10/1951, día de la Virgen del Pilar), continuando por la Sala de Marco Craso (porque fue el lugar donde se escondió durante su huída de la persecución de Mario y Cinna), a continuación se llega a la Sala del Águila, (en la que una gran roca presenta la apariencia de este animal), y se continúa por las Galerías Laberínticas, llegando al Santuario de Noctiluca, y a la Sala del Volcán (se llama así por el ligero aumento de temperatura en su interior, debido a que es la sala más profunda), desde donde se regresa a la Sala de la Virgen para llegar a la Sala de los Lagos, con su especial encanto y majestuosidad.
La Leyenda cuenta que los árabes escondieron en el S.XII un tesoro, huyendo de las revueltas de su tierra.
Unos dicen que fueron cinco reyes moros que llegaron a nuestras costas cargados de enormes riquezas, y otros que fue el emperador de los Almorávides Tasufín Ibn Alí el poseedor del tesoro.